"...Martín Serrano Herrera desde hace ocho años es el periodista más perseguido en México por personeros del poder en Veracruz, que tratan de asesinarlo o destruyen equipo e instalaciones del Diario Tribuna, de Xalapa, para acallar su voz independiente e incómoda a los poderosos"
ASIMETRÍAS
Fausto Fernández Ponte
I
Martín Serrano Herrera es, a nuestro ver, el periodista más perseguido en México. Perseguido en el cabal sentido del vocablo. Perseguido por personeros del poder formal en el estado de Veracruz, desde hace ocho años.
Y la persecución de la que es víctima manifiéstase perversa: se trató primero de destruirlo físicamente --asesinarlo-- para acallar para siempre su voz independiente y difundida con valentía, incómoda a poderosos y poderdadores por igual.
Mas no sólo eso: los sicarios de los personeros del poder formal también le destruyeron y robaron activos físicos --talleres, máquinas, oficinas-- e instalaciones de Diario Trbuna, de Xalapa, la capital de Veracruz, urbe que presúmese culterana.
Pero hoy sus perseguidores han modificado sus tácticas, aunque el fin continúa siendo el mismo: acallarlo por reducción del volumen de su voz denunciadora de abusos de personeros del poder, su impunidad rampante y su cinismo arrogante y ofensivo.
Acallarlo, pues, mediante tácticas de acoso constante, de terror, de tortura psicológica. Se le hace sufrir. Se le lleva a situaciones de estrés que exaccionan un precio a la tranquilidad personal y familiar y al bienestar y a la seguridad.
Don Martín vive en la incertidumbre. Vive, dicho sin tapujos, a salto de mata: alerta hasta la angustia en un entorno angustioso y desgastante, de tensión que pone a prueba el instinto mismo de supervivencia.
II
Predeciblemente, don Martín teme por su vida, aunque el objetivo tático haya sido modificado por los personeros del poder: silenciarlo por cansancio, por acoso, por desgaste físico y emocional y agotamiento nervioso.
Trátase de obligarlo a abdicar de sus convicciones como periodista y de sus deberes como informador de hechos y sucedidos e intérprete de éstos, decodificador de los secretos de la cultura del poder político. Mas don Martín conoce sus derechos.
Y, por ministerio de éstos, ha optado por defenderse legalmente, acudiendo recursivamente a las herramientas que por lo menos en la teoría el estado de derecho otorga a víctimas de los personeros del poder que guardan oculto lo inconfesable.
Al defenderse, éste periodista defiende no sólo sus derechos y garantías individuales, sino también los sociales y, desde luego, los de su gremio que vive en el peligro permanente de ejercer en nuestro país un quehacer de muchísimo riesgo.
Y no en vano. En el sexenio de Vicente Fox y los 18 meses del presidencialiado espurio de Felipe Calderón, el total de colegas muertos y desaparecidos es de varias decenas. En el mundo se piensa que México es el país más peligroso para los periodistas.
En el mundo se considera a México --es decir, el Estado mexicano-- como uno de los principales conculcadores y violadores de derechos humanos; tan sólo en tortura ocupamos un primerísimo lugar de indudable fehacencia. También periodistas muertos.
El colega veracruzano ha agotado todas esas instancias, regidas incluso en lo estructural y lo superestructural por los imperativos de la cultura del poder que en México tiene vínculos dilécticos con las culturas de la corrupción y la complicidad.
III
Esas culturas tienen por agente cohesionador la impunidad; éste, en su turno, se sustenta sobre prácticas como la simulación, los sofismas --o coartadas legaloides, como las reformas petroleras-- y un variado espectro de socaliñas.
En su defensa, el señor Serrano ha acudido a las instancias institucionales mexicanas, más todas han respondido con lentitud leguleya aviesa que raya en la complicidad por omisión o, en ocasiones muy documentadas, por falaz comisión.
Empero, han sido las instancias institucionales interamericanas --el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional, no gubernamental, y la Comisión Interamericana de Derecho Humanos-- las más activas en la defensa de don Martín.
Nuestro personaje señala como autores y promotores de su persecución a dos gobernadores del estado de Veracruz: Miguel Alemán Velasco, que gobernó de 1998 a 2004, y el actual, Fidel Herrera Beltrán, notoriamente corruptos ambos.
El señor Herrera Beltrán aspira a ser el candidato del PRI a la Presidencia de la República, pero es parte de una caballada muy flaca, según la definición pintoresca de un político del antaño reciente, el guerrerense Rubén Figueroa.
Y es que aun el ejemplar menos esmirriado en esa equinada, el mexiquense Enrique Peña Nieto, acusa escualidez y magrura, aunque con enorme reserva de untos de adhesiones políticas de personeros de poderes fácticos --como Carlos Salinas-- y mucho dinero.
La diligencia y responsabilidad del CEJIL --siglas en inglés-- en la defensa de don Martín ha llegado a la sede de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en Washington, que ya inició pertinente indagación y ésta alcanzó ya al mismo gobernador.
Equinada: conjunto de equinos.
Guerrerense: natural del estado de Guerrero, México.
Magrura: de magro.
Mexiquense: natural del estado de México o relativo a éste.
Untos: grasa acumulada bajo la piel de un equino u otro mamífero.
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Martín Serrano (2/2)
Ante el contubernio de las instancias formales de procuración de justicia en México, y en especial Veracruz, el periodista Martín Serrano encontró la vía de defenderse de la persecución del gobernador Fidel Herrera: los organismos internacionales de protección de derechos humanos.
I
El periodista Martín Serrano, director del Diario Tribuna, de Xalapa, Veracruz, perseguido por los personeros de los gobiernos encabezados, uno, por Miguel Alemán Velasco (1988-2004) y, otro, por Fidel Herrera Beltrán (2000-10), ha hallado cómo defenderse.
Y defenderse legalmente, por añadidura, en un sistema de procuración e impartición de justicia creado, a la luz de vera naturaleza y manifestaciones de ésta, para privilegiar al poderoso en agravio de las víctimas de abusos de aquél.
Esas víctimas son, por su condición de excluidos y, por tanto, debiles, susceptibles de inducimiento y persuasión de comprar una mercancía intangible --procurar e impartir justicia--, sujeto a leyes de un mercado perverso de consumidores cautivos.
Además de la mercantilidad de la administración de la justicia, también se procura e imparte justicia por consigna, con arreglo a los intereses del poderoso --los gobernadores u otros políticos encumbrados-- en agravio de los intereses de terceros.
Tal es el caso del colega Serrano. Perseguido --ha sido despojado metajudicialmente de sus bienes materiales, propios y de su empresa periodística-- por incomodar al poderoso, éste usa el aparato coactivo a su disposición para silenciar voces crìticas.
La defensa del periodista Serrano es recursiva, dada la cerrazón, simulaciones y complicidad --que raya en grotesca anuencia-- de las instancias institucionales (las del poder formal), incluyendo las de protección a periodistas.
II
Esas instancias --vinculadas al ámbito y la cultura de la procuración de justicia-- tienen por inspiración y objetivo mediatizar, precisamente, los anhelos y afanes de los periodistas por defenderse de los zarpazos del poder y poderes fácticos.
Esa cultura se extiende al ámbito de la protección y defensa de los derechos humanos en México, país considerado por el mundo como uno de los mayores conculcadores de potestades y garantías individuales y sociales. ¡Qué triste blasón éste!
La complicidad de esas instituciones del Estado adviértese, no sin elocuencia, en las tácticas dilatorias --lentitud deliberada en la tramitación y actuaciones burocráticas y políticas concomitantes-- y en el proverbial "carpetazo" a denuncias.
El activismo recursivo de don Martín para defenderse de la persecución de los personeros gubernamentales --que actúan con premeditación, alevosía y ventaja-- aporta el gremio un acervo experiencial invaluable. Identifica opciones.
Ello beneficia, pues, al muy acosado y vulnerable gremio periodístico, considerado como uno de los grupos sociales màs vulnerables de México, a la par de los indios --como individuos y pueblos o etnias--, en particular las mujeres indígenas.
La defensa serranista --que responsabiliza directamente de la persecución que sufre al exgobernador Alemán y al señor Herrera-- tiene moralejas, abre nuevas vías y señala caminos a seguir por otros periodistas perseguidos doquiera en nuestro país.
III
Don Martín logró que la mirada del mundo se centre en el caso de la persecución del poder formal, incomodado por el quehacer periodístico de aquél. Esa mirada se representa y traduce en pesquisas oficiales al gobierno de México y al de Veracruz.
Ante el interés indagatorio internacional, el gobernador Herrera --quien aspira a la candidatura del PRI a la Presidencia de la República en 2012-- ha ordenado cesar el hostigamiento al señor Serrano y extremar, incluso, medidas de protección.
Pero ese cese es temporal, estima el colega; las medidas de protección son, dice, falsas, hipócritas, "dan risa". De súbito, al señor Herrera dióle por tratar con algodones a don Martín. La mirada del mundo está sobre quien aspira a gobernar México.
Atraer esa mirada es consecuencia del quehacer de instancias no gubernamentales. Una es la Asociación Nacional de Abogados Democtráticos y otra el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL, por sus siglas en inglés).
Méritos en esas diligencias son para David Peña Rodríguez, de la ANAD, y Soraya Long, Viviana Kirscevic y Vanessa Coria, del CEJIL. Ellos llevaron el caso a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y ésta inquirió al gobierno de México.
A su vez, éste trasmitió al de Veracruz la indagatoria de la Comisión, que le ha asignado al caso una prioridad alta. Las respuestas mexicanas, califica el colega Serrano, "son una sarta de babosadas". En entrega futura se verá por qué.
Glosario:
Mediatizar: intervenir dificultando o impidiendo la libertad de acción de una persona o institución en el ejercicio de su actividad.
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