ANTE NULOS RESULTADOS DEL ACTUAL, DEMANDAN NUEVO FISCAL PARA PERIODISTAS!

   

Con su vida pagaron el ejercicio del periodismo en Veracruz

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Yvonne Reyes Campos  /  Tomado de periodistasenlínea


Debido a que el trabajo del fiscal Especial para la Atención de Delitos contra Periodistas, Octavio Orellana Wiarco, ha dejado mucho que desear, el Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en la Cámara de Diputados, exigió la renuncia del funcionario.

Victorio Rubén Montalvo Rojas, declaró que más allá de las limitaciones jurídicas y económicas que tiene el fiscal, su trabajo no ha dado los resultados esperados por lo que lo mejor es que ceda el cargo a una persona que tenga mayor capacidad para desempeñarlo.

Dijo que Orellana Wiarco inició mal su gestión al recordar el ataque de guaruras a varios periodistas en una ocasión cuando acudió a comparecer al recinto legislativo de San Lázaro.

“El Grupo Parlamentario lo ha solicitado y yo también lo he pedido, que se plantee su renuncia de esta fiscalía y que pudiéramos dejar en la mesa que el maestro Juan de Dios Castro, rediseñara el nombramiento del nuevo titular de esta fiscalía, a partir de una consulta con los periodistas y los medios de comunicación”.

Explicó que si ahora los periodistas reciben su premio por parte de un jurado que ellos mismos eligieron y que han sacado al Poder Ejecutivo de la discrecionalidad con la que se otorgaba el Premio Nacional de Periodismo, podrían hacer lo mismo en la elección del fiscal, a partir de una terna que presente el Ejecutivo.

No obstante, Montalvo Rojas afirmó que “todos sabemos que es una asignatura pendiente —que desafortunadamente en esta Legislatura no lo logramos— que exista una verdadera autonomía de la Fiscalía, porque hasta ahora depende del Ejecutivo y hemos visto malos resultados”.

Finalmente, el diputado del PRD sostuvo la necesidad de sacar al Ejecutivo federal de las investigaciones de agresiones y asesinatos contra periodistas, y que sería saludable que el Ministerio Público gozará de la autonomía plena, para que no tuvieran ninguna injerencia del Ejecutivo federal.