¡Bandera a toda asta!
En esta temporada de vergonzante mansedumbre global cumplimos los 21.
El miércoles 2 de febrero del bisiesto 2000, a las 18 horas salió de los talleres maquiladores la primera edición de TRIBUNA que tres días habían atorado en prensas y pronto convirtieron en maña hacerlo así al constatar nuestro avance.
Solís obsequió de mano el primer ejemplar a “una vaca”, a quien quizá por la emoción ya le andaba cambiando el patronímico.
Un año después el ratón miguelito y su sicario de alcoba junto con sus gatos que gerenteaban Veracruz, a punta de metralleta asaltaron y nos robaron hasta los cables de alta tensión que suministraban electricidad para la impresión de los dos cotidianos.
Anduvimos errantes una temporada, permanentemente con nuestra bandera a toda asta.
Luego vino Fidel y después Duarte. La historia es conocida.
El siguiente pasó como la del perico, y llegó el insulso.
Cinco sátrapas ya.
Nosotros aquí, sin dar paso atrás.
Del amigo Vélez es un título muy acertado: “Nuestra Aparente Rendición”.
Jamás claudicaremos.
0 comentarios