Instrucciones para resistir los embates de la influenza humana
Este oficio si es para cínicos
por Carlos Hornelas Pineda
1.- Cúbrase la boca. Deje de espacir chismes y desinformación sobre el mal que aqueja a nuestro país en este aciago momento. Evite dar oídos a los rumores de que el virus fue creado por el narco: no son tan estúpidos como para eliminar su clientela. Menos aún los del FMI: ya nos tenían endeudados desde antes. Dude de aquello de que dicen los medios, cuando no exageran, minimizan, o si no, inventan realidades alternas.
2.- Lávese las manos. Usted no es responsable de la situación. Emule al ínclito Pilatos y culpe a su villano preferido: el colonialismo yanqui, el gobierno espurio, la OMS, la visita de Sarkozy, la visita de Obama, los raelianos, Nostradamus, o los diputados salientes. De cualquier forma ni usted ni sus hábitos tienen que ver con la propagación de la enfermedad. Así que cargue su gel antibacterial a todos lados e ínformese a través de los periódicos que pasan de mano en mano.
3.- Evite aglomeraciones. Trate de acudir a su sitio de trabajo en horarios de poca afluencia para evitar el contacto humano. Si decide viajar en metro, trate de ingresar a la cabina, en la cual sólo hay un pasajero: el chofer. Exija a los vendedores ambulantes un riguroso paquete con bolsa sellada a fin de que otros virus, pero informáticos, no toquen su suave piel. Lleve en las manos guantes de carnaza, tapabocas y botas de hule, y sobre todo, trate de vestir en colores llamativos propios de la primavera, como marcan las últimas tendencias en la moda.
4.- No vaya a restaurantes o bares porque se encuentran temporalmente cerrados. Si lo suyo es la comida típica y regional pida a la señora de los tamales que le reciba el pago con cargo a la tarjeta de crédito a fin de no entrar en contacto con el sucio y cochino dinero. Recuerde que la influenza porcina es un mote poco descriptivo del mal y evite sentir culpa si consume carnitas michoacanas. Una última recomendación: si come en puestos callejeros, baje el tapabocas y cúbrase la garganta mientras ingiere los sagrados alimentos.
5.- Evite usar los sanitarios públicos. Sobre todo, los de las terminales de autobuses, y del metro, además de la posibilidad de contacto con la influenza porcina le esperan herpes, conjuntivitis, salmonella y otras maravillas que harían del bestiario en cuestión un catálogo de ropa tipo Zara. Esta medida a diferencia de las anteriores no se suspende después de la contingencia, bueno, eso si encuentra un baño que no tenga el letrero de "no funciona".
6.- Suspenda eventos sociales. Si estaba preprarando la celebración de su boda o de los quince años, suspenda la actividad y sea conciente una vez en su vida de las implicaciones que la alta concentración de personas puede tener debido al efecto multiplicador del mal. Además de que, de realizarse por el rito católico, deberá omitir el saludo de paz y recibir la comunión en la boca. Por tanto, concéntrese sólo en los bautizos, que todavía no han sido relegados.
7.-Practique la convivencia en familia. Ahora que se presenta la ocasión de tener a los peques en casa, conviva con ellos y preste atención a sus preocupaciones, Puede invitar a amigos infantes de sus hijos a jugar Twister, siempre y cuando se bañen antes en alcohol y traigan guantes desechables, o bien, desinfecten el tapete una vez concluido el juego. Un baño de piscina no es recomendable toda vez que alguien con frío pudiera estornudar contaminando toda el agua o peor aún, hay quien incluso ve en dicho lugar de esparcimiento un destino falaz de sus ansías de micción. Pensándolo bien, promueva juegos dentro de la casa, como el Grand Theft, Street Fighter y otros más que pueden jugarse mediante una videoconsola electrónica con los menores de edad promoviendo su adicción por la realidad virtual y la violencia. Este capital le será sumamente útil cuando crezca.
8.-Evite viajes a otros países. De cualquier modo, muchos países han cerrado sus fronteras con México, incluso aquellos que no tienen vuelos directos, incluso aquellos que hacen escala en Cancún, donde no ha habido ningún caso reportado hasta esta fecha. Incluso algunos que no quieren a los mexicanos. Sin embargo, si es posible, si usted es mexicano, tiene el virus y logra viajar a otro país, tenga la certeza que como diría el Dr Frankestein: "¡Vivirá!" porque sólo en Norteamérica hay decesos por esa causa.
9.- Al estornudar, hágalo sobre el ángulo interno del codo. Sobre todo si por su trabajo o condición de vida tiene que abordar un elevador. Sería mejor en tales casos que a menos que trabaje en la Torre de Pemex o en la Torre Mayor, suba las escaleras y haga un poco de ejercicio sujetándose en todo momento del pasamanos, siempre y cuando no encuentre un chicle que le impida deslizar sus manos. En este sentido, las autoridades no se han manifestado en contra de seguir escupiendo o defecando al aire libre.
10.- Agradezca el trabajo de la legislatura saliente. Ahora que ya la ley antitabaco fue aprobada, al igual que la ley de narcomenudeo, sepa que el combate frontal a los problemas de salud se hace con la seriedad que se requiere. Conceda la posibilidad de cargar con una dosis cada vez más grande de sustancias sicotrópicas para aliviar el stress por la influenza, pero recuerde que fumar es un delito de la más baja ralea. Si tiene que hablar en público por alguna razón, pida que coloquen una esponja extra en el micrófono que utilizará a fin de que no arriesgue su propia salud con tantas cifras. Por último, sepa que utilizar el tapabocas como sostén es una medida patentada por la fracción del Partido Ecologista, quienes pronto, seguramente, rendirán un informe acerca de cómo usarlo en un spot televisivo con Sabrina.
Por último, desconfie de los medios, de los líderes de opinión, de los gringos,del gobierno y de los porcicultores, por aquello de las recochinas dudas.
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