31 AÑOS DESPUÉS ENCARCELAN Y ENJUICIAN A REPRESORES DE PERIODISTAS!

     

Treinta y un años después de que fuera desaparecido el periodista argentino   Rodolfo Walsh, un juez federal presume culpables y ordena que sean enjuiciados los represores Jorge "el Tigre" Acosta, Alfredo Astiz, Pablo García Velasco, Jorge Radice, Juan Carlos Rolon, Antonio Pernías, Julio César Coronel, Ernesto Frimon Weber y Carlos Orlando Generoso. 

Además el enjuiciamiento será oral y público. 

Informes captados por el periódico suramericano El Litoral indican que el juzgador Sergio Torres, del Tribunal Oral en lo Federal Cinco (TOF5), destrabó las maniobras que para liberar a los inculpados alistaba la defensa. 

Sergio Torres rechazó una serie de recursos y planteos de nulidades instrumentadas por quienes desean ver exonerados a los presuntos criminales, quienes habrían llevado a cabo el secuestro y desaparición de Walsh hace tres décadas. 

En México eso ni soñando ocurre.

Al contrario, este país se consolidó ya como el mas peligroso del planeta para ejercer el periodismo. 

Aquí los crímenes están a la orden del día, y específicamente en el Estado de Veracruz (sureste) las agresiones no cesan.

El caso de Diario TRIBUNA es un muy documentado y claro ejemplo de cómo la arbitrariedad vulnera al estado de derecho, con unas instituciones que únicamente sirven a grupos de mafiosos y no a la sociedad en general. 

La delincuencia ha sentado sus reales y despacha desde los mas altos cargos públicos, como lo confirman las decenas de expedientes judiciales que en apenas seis años, ya casi siete, se tienen registrados en el libro de gobierno de varias agencias del Ministerio Público que mas que de buena fe y representación social, están convertidas en sucursales de la corrupción. 

Es plausible que en Argentina se persiga, atrape y lleve ante tribunales a quienes reprimen a los periodistas, así transcurra un siglo. 

En México algún día será posible? 

Quizá nunca porque en este país, intermedio entre América del Norte y Suramérica, la ficción supera a la realidad.

Y es que cuantas veces se haya dicho que un atentado a periodistas queda esclarecido, resulta que sólo es un montaje para justificar mediante chivos expiatorios que enseguida salen libres por falta de pruebas, desviaciones de recursos públicos.  

“N” veces ha quedado demostrado que ninguna Ley nacional sirve, y que cada delito a trabajadores de los medios de comunicación es cobijado por la red de complicidades que todo lo avasalla. 

Moralmente estamos con los agraviados a los que alude la nota de El Litoral.