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DIARIO TRIBUNA

SON MARICAS LOS POLICÍAS DE VERACRUZ, DICE SU JEFE Y PRIMER RESPONSABLE DE LA SEGURIDAD DEL GOBERNADOR FIDEL HERRERA

BINIZA (Voces al viento, en zapoteco): Dicen policías que no van a esperar a que los maten los amigos del general (Orozco es el de la gorra.     >Imágen: http://ssg.segobver.gob.mx/actividades/contenido.php?mes=marzo07.htm )


¿DE QUÉ SE TRATA? ¿TAMBIÉN DEBEMOS ESPERAR?

PASILLOS del Poder

César Augusto Vázquez Chagoya.- Vuelven a retumbar las palabras del diputado local por el PRD, Uriel Flores Aguayo, quien llamó a la unidad de todos para combatir el crimen organizado. Palabras equilibradas, como siempre lo ha hecho en toda su vida, quien nadie duda en creerle y darle la razón: la unidad (no sólo en Veracruz, sino a nivel nacional) para combatir un punto débil de nuestra sociedad.

Sabemos que la cruzada que con toda valentía hace el Presidente de la República Felipe Calderón en contra del crimen organizado (donde pone en riesgo hasta su seguridad personal) no es para acabar a los que gustan de transgredir la ley, porque mientras haya compradores de lo robado y los adictos, sólo se les puede desminuir para que no atenten contra la seguridad nacional, como estamos en peligro de que suceda.

El Presidente Vicente Fox, en 6 años, no sólo apoyó a un grupo de narcotraficantes, sino que no hizo nada contra ellos.

Nadie quiere que cuelguen a un narcotraficante ni que lo torturen. Tampoco que se metan con su familia: son mexicanos, veracruzanos como cualquiera, pero equivocados en el modo de ganarse la vida. Analizando todos los ejecutados a partir del 2001 en Veracruz, se revela que la mayoría son cuestiones de cuentas entre ellos, que en lo general han causado miedo, indignación y escándalo. Han llegado inclusive a pedir respeto a la policía: los degollados del estado de Guerrero fueron porque un comandante de la policía de Acapulco remató en el suelo a un narcotraficante herido. A nivel particular, las familias de los asesinados se quedan calladas ante la magnitud de la organización que les hace daño. El silencio ha sido el mejor método para que no les maten más familiares.

Ante lo anterior, resulta interesante los pasos que se dan en Veracruz para tratar de detener la ola de violencia en el estado, surgida de una guerra entre los miembros del Cártel del Golfo, quienes se enfrentan con los grupos de Tamaulipas y Nuevo León. En una carrera de caballos en la comunidad de Villarín, del puerto de Veracruz, se da un intento de acabar con ZETA 3, “El Lazca”, pero éste no asiste al evento y los que pierden son los del grupo Nuevo León, poniendo los muertos y el dinero de la apuesta el pasado 4 de marzo.

La respuesta del grupo Tamaulipas ha sido contundente, y a raíz de la carrera de caballos donde hubo 2 muertos, 4 heridos y 7 detenidos, la violencia se extendió con un dizque suicidado originario de la tierra del cabrito, así como un quemado y ejecutado cerca de Cardel. Después los ZETAS se quieren llevar a un narcotraficante de Oluta, al lado de Acayucan, pero lo habían confundido con el delegado de Tránsito de esa ciudad: ya lo tenían emboscado: se bajaba de su vehículo en el estacionamiento de una tienda en Coatzacoalcos. Iba con su joven esposa con un niño en brazos. El jefe del grupo al darse cuenta de la equivocación paró la acción de inmediato y eso les costo la libertad a los 5 ZETAS.

No se sabe cuál de los 5 le hizo una seña antes a una patrulla de Seguridad Pública para que no intervinieran, pero se equivocó, porque el jefe de grupo pidió auxilio a la policía municipal de ese puerto y los agarraron en la persecución porque se atascaron en la arena. Ahí se dio la agresión contra el periodista de SOTAVENTO DIARIO, Mario Morales Patraca, quien tomó fotos de la acción y fue detenido por la policía municipal, pero lo reconocieron y lo dejaron en paz porque cubre la fuente policíaca. Después llegó el policía estatal Pablo Pascual Mateo, quien no sólo le quito la cámara, sino con su metralleta le pegó de culatazos.

El secretario general de Seguridad Pública de Veracruz, enojado, manda mensajes de que lo acuse ante la SIEDO si en verdad acudía cuando era delegado de Tránsito en Martínez de la Torre a las carreras en Paso Pital, Nautla, propiedad ampliamente conocida de Gerardo Ochoa Artezán (a) "Lacaine", pero se equivoca: no somos abogados.

Si acusamos a Reynaldo Escobar, el secretario de Gobierno, de desviar recursos a favor del precandidato a la alcaldía de Xalapa, David Velasco Chedraui, ante la Contraloría del Estado, es porque tenemos las pruebas, las cuales presentamos ante la misma dependencia; además de que se metió contra mi familia de forma perversa, con mentiras, señalando a una honesta ciudadana con valor para denunciarlo públicamente, de quien manifestó que era mi esposa y que le gustaba David Velasco Chedraui. El funcionario pretendió que el desvío de recursos se volviera un pleito personal, pero se equivocó.

Pero el mejor abogado, reconocido por tres gobernadores, según él pretendiendo agredir en forma personal, no se dio cuenta que con sacar las fotos de la ciudadana diciendo que era mi esposa y que la mandé al acto en la colonia Floresta de Xalapa, reconoció públicamente que el video y el audio difundidos sobre el caso eran verdad, además de que no aclara porque manifestó que “lo mandaba el gobernador para apoyar a David". Como dice el periodista Ramón Moreno Alvarado: todos sabemos la verdad, pero los vericuetos de la ley son amplios para que pueda el señor Reynaldo Escobar escaparse de su responsabilidad.

Es tan grande la impunidad de Reynaldo, que el secretario junto con otros allegados al gobernador, se han estado metiendo con periodistas que nos apoyaron en nuestra protesta, afectando sus patrimonios y corriendo de la dependencia a sus familiares.

No crea que nos salimos del tema y viajamos de Coatzacoalcos a Martínez de la Torre y después a Xalapa.  No, la agresión a nuestro compañero Mario Morales Patraca la presentó el secretario de Seguridad Pública al Gobernador como si el periodista trajera un radio scanner con la frecuencia policía y que se fue a meter a la cueva del lobo; entonces el mandatario habla sobre el caso y dice que los periodistas deben dejar actuar a la policía en estos asuntos. Tiene razón, pero le mintieron: Mario no buscó la camorra, no se fue atrás de la policía ni en contra de los ZETAS, lo que no lo dijeron al gobernador es que nuestro compañero escribía para los medios para los que trabaja y la detención de los ZETAS se dio enfrente de su casa. Ahí esta la denuncia ante el Ministerio Público.

Por ese motivo, sin justificación, el Gobierno de Veracruz, a pesar de los señalamientos públicos y legales, no ha puesto a disposición de las autoridades de la Procuraduría de Justicia al policía estatal Pablo Pascual Mateo. ¿De qué se trata? En ese mismo caso, el General Secretario no le dice al Gobernador que el Delegado de Coatzacoalcos Víctor Manuel Rojas Gamino (quien es su allegado) cuando la policía municipal detuvo a los ZETAS fue por ellos, y enterándose de quiénes eran se los regresó enseguida para esconderse en el baño de su oficina.

Con esos elementos se sienta hablar el gobernador de seguridad. Antes de pretender que lo denunciemos ante la SIEDO, mejor le manifestamos al General que es él responsable de la seguridad de Fidel Herrera Beltrán, y lo que le pase ya sabemos quién fue, así se caiga de la cama.

También el General pretende eludir su responsabilidad en el caso de agresión a los familiares del estudiante Abdier Jiménez Granados, atropellado y muerto por un camión del servicio urbano de Xalapa y a los periodistas, cuando los primeros se manifestaba en la plaza Lerdo de Xalapa, frente al Palacio de Gobierno, pidiendo justicia. Dice Don José Manuel Orozco que iba a castigar a los policías, pero no a su jefe de operativos, Remigio Ortiz Olivares. Que dice el general que no dio la orden. ¿A quién manda entonces?

La unidad para combatir el narcotráfico como pide Uriel Flores Aguayo, es firme, pero no concebimos que el encargado de la seguridad de Veracruz, el día del valiente Juárez, frente a su estatua en Xalapa, manifieste que hay policías que tienen miedo.

6 comentarios

Diario TRIBUNA -

"yo soy"

Tenemos las mismas interrogantes.

yo soy -

No es justo esto ke estamos viviendo en Poza rica, veracruz y lo peor es ke las autoridades no hagan nada, bueno los entiendo tienen miedo con eso de ke fidel es el Z-1 imaginense........YA BASTA.............cuando van a poner fin a estas injusticias, ya ni sikiera respentan ningun nivel economico-social ahora hasta el mas pobre "levantan", AUTORIDADES (CALDERON) HASTA CUANDO TERMINARA ESTA PESADILLA

Diario TRIBUNA -

"aninimo"

Puedes estar seguro de que Fidel lo sabrá pues nos tiene monitoreados las 24 horas de cada día.
De lo que no puede estar seguro nadie es de sus vidas, bienes y posesiones. Ni de que haga algo algo que valga la pena.

aninimo -

amigos soy de veracruz :santiago yo le recomendaria a fidel herrera que ponga mas uniformados en las calles por que por aca la cosa esta un poco fea nadamas dan las 10 pm salen unos de la oscuridad y te piden dinero o te roban pss ya que mas queda
espero que esto lo sepa fidel

Diario TRIBUNA -

MARCIA:

Estamos de acuerdo contigo, de que todos queremos vivir en paz y que el crimen no debería tener cabida.

Sin embargo, al menos en Veracruz vemos que la impunidad se enseñorea, comenzando por el que da las órdenes en el gabinete de la "fidelidad".

MARCIA RIVERA FERNANDEZ -

espero que ya dejen en paz a mi estado nosotros no les emos hecho nada y nuestros policias tampoco nunca se meten con uds. ya por favor dejen a la policia de veracruz en paz y desaparescan de aqui regresense a su estado para eso tienen a tamaulipas y matamoros vallanse de aqui y dejen de ponerle mas terror a la gente que no tienen la culpa de nada pidanle cuentas a TONHY uno de los ZETAS el se puede encargar de darles todas las explicaciones que uds. necesiten y no se metan con los policias ya dejenlos vivir en paz no se ponen a pensar que dejan a muchos niños sin su padre a esposas sin marido y a madres sin hijos a ustedes los ZETAS no les importa nada o alcaso no tienen familia que les llore largense de veracruz.