LOS "CAPRICHOS" DE HONESTIDAD DE BELTRAMI
La diputada local Claudia Beltrami, esposa del ex alcalde del puerto de Veracruz José Ramón Gutiérrez de Velasco, dice que por su intervención como miembro de la Comisión de Fiscalización, "nos hizo el favor" de no dejar que ocupara un cargo Miguel Lajud Sarur en el Órgano Fiscalizador del Estado (ORFIS).
No sólo le estamos agradecidos a la legislatura por no dejar que Miguel ocupara un cargo público, sino que le tendremos que levantarle a la diputada y a su esposo, también como a Miguel, un monumento a la corrupción y al cinismo.
Claudia, José Ramón y Miguel estuvieron felices cuando, durante años, eran amigos íntimos. Después ganaron locales comerciales en los portales del puerto de Veracruz y hasta José Ramón se quiso quedar con los pasillos históricos del lugar, hasta que el INAH los paró y recibió una carta el alcalde de ese tiempo de parte de la culta Ida Rodríguez Pamprolini, que lo menos que le dijo que era un ignorante por favorecer a sus bares y olvidarse de la cultura.
Claudia, quien hizo su campaña para diputada con recursos del DIF desde el 2000-2004, sólo habla de que conoce a Lajud cuando fue tesorero, pero se le olvida decir que también fue secretario del ayuntamiento, cargo que deja el 15 de diciembre del 2003 después de haber entregado el mayor número de permisos de cohetes que dieron origen al incendio del 31 de diciembre de ese año, donde murieron 29 personas y sólo a funcionarios menores del ayuntamiento se les ha procesado judicialmente, pero ni a José Ramón, ni su amigo en ese entonces Miguel Lajud, se les tocó.
Lamentable que la legisladora Beltrami, en su función, publica sus problemas personales. Ahora el ex matrimonio presidencial de Veracruz andan peleado con su antiguo socio en bares y otros negocios Miguel Lajud, y la diputada, sólo ella, impidió su arribo al ORFIS para el orgullo de los veracruzanos.
Esta tan mal la legislatura y el ORFIS, que a Miguel lo recomienda el comité estatal del PAN y le dan posesión en un cargo de importancia donde se fiscalizan los recursos de todas las dependencias estatales y de los ayuntamientos; así que la dama diputada tuvo miedo de que Lajud Sarur, con papeles en la mano, incriminara a su esposo y a ella misma en desvíos de recursos cuando fueron los "reyes" de Veracruz.
La actitud de Beltrami da una muestra más que el organismo ORFIS está politizado. Si se le hizo caso a Beltrami por un asunto de capricho ¿qué no sucede con las cuentas públicas? Sin duda todas son negociadas.
Hay que aclarar que la entrada al ORFIS de Miguel Lajud, con sus antecedentes, era una grosería que estuviera en un cargo donde todo debe ser limpieza y no hubo ningún legislador o partido político que hablara del asunto. ¿Todos seremos la corrupción?
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Carlos -